Tranquilizaos, soy yo

Fotografía de yucar studios en Unsplash

 

TRANQUILIZAOS, SOY YO
Mt 14, 22-33

SEÑOR, SIENDO ASÍ,
MÁNDAME IR A TI
SOBRE LAS AGUAS

1
El lago de Genesaret o mar de Galilea es, ciertamente, el mar y el lago de Jesús de Nazaret: Tanto se familiarizó con él:

1.1
A su ribera, inauguró el propio discipulado. Sobre sus aguas, en barca –como en tantos banquetes- narró y describió circunstancias del Reino, sacadas de la hondura de la vida humana en la sencillez y rudeza de los pescadores, de los pecadores, de los seguidores, de los anhelantes de palabras de Vida, de Gracia y Salvación.

1.2
En sus aguas, en la barca, dormía en la popa mientras el viento y el mar parecían querer acabar reñidamente con todos. Y el Señor, imperioso, dio orden con su voz al viento y al mar, que al punto le obedecen. Se restablece, así, la calma en el lago y en los ánimos. Llegan a preguntarse: Quién es este que tiene tal dominio.

1.3
Desde la orilla, del lago y de la resurrección, indicó dónde podían recoger peces los ¨expertos¨ pescadores que bregaron en vano toda la noche sin capturar nada cual novatos inexpertos. Por eso, desde su sentida inexperiencia y apoyados sólo en la palabra de Jesús, habrán de oír: No os preocupéis, es más, yo os haré pescadores… de hombres.

2
El paso de una a otra orilla servirá de paso de página:
para ir a ¨descansar a solas¨, y dar pie al tema del Pan de Vida. Y, en el relato de hoy, para evitar dar pábulo, espontáneo y superficial, a un peligroso y halagüeño triunfalismo mesiánico.
La multiplicación de los panes:

3
Jesús despide a la gente
y se va al monte a orar

Admirable equilibrio dinámico el del horario de Jesús:
Tiempo para Dios, tiempo para los suyos, tiempo para la gente.

Los diversos tiempos se retroalimentan, atraídos por un punto de gravedad, que mantiene centrada y en equilibrio la actividad de Jesús.

¨El hombre para los demás¨, que diría Bonhoeffer, lo es dando Dios a los hombres, llevando los hombres a Dios, entregándose por completo a ello. De esta manera:

4
De la oración del monte a la barca en ´alta mar¨

Eran como las tres de la madrugada, luego de 8 km de lago en la noche.

No es un fantasma que camina sobre las aguas, es Jesús que los aborda.

Les grita para que no se asusten: ¡No tengáis miedo!

Y el lanzado Pedro quiere participar de la realidad portentosa de Jesús: ´´Siendo así que eres tú, hazme ir a ti sobre las aguas´. Y, apoyado en la palabra y el mandato de Jesús, va caminando sobre ellas.

Cuánto tiempo: mientras no ceda a la duda que en cualquier momento puede asomar.

Efectivamente, una ola más atrevida le quita seguridad y empieza a hundirse: ´Sálvame, Señor¨.
Mientras la mano tendida de Jesús le ayuda, la voz del Maestro le hace ver que la fe en él le estaba sosteniendo.

5
También nosotros somos mar y lago de Jesús

Familiarizado con nuestra vida, la agracia de continuo en sus mil circunstancias. Como Pedro, habremos sentido su mano salvadora y el amable reproche: por qué has dudado.

De noche en la tormenta o en la claridad del día, nuestra vida le está presente.

¨Si eres tú…¨:

Caminamos sobre el agua de nuestras vicisitudes, firmes y seguros con la mirada y la confianza puesta en él. Por eso advertimos que su presencia nos salva y nuestra adhesión a él nos sostiene a pesar del riesgo insidioso y el flujo persistente de las olas.

SOMOS
¨mar de Jesús¨

QUE GUARDA Y EVOCA
su historia salvadora

3 comentarios en “Tranquilizaos, soy yo

  1. Beatriz dijo:

    Gracias! Si, el evangelio de hoy está lleno de matices.
    “La justicia y la paz se besan “ nos dice el salmo 84, es decir, tienen que estar en perfecto equilibrio. La justicia sin paz a la larga deriva en problemas y la paz sin justicia, sencillamente, NO EXISTE.
    Subimos al monte a orar con Jesús. …

  2. Luis Martinez Sanchez dijo:

    “” En la brisa está Dios… “” También se encuentra, a nuestro lado, en los avatares de la vida. Transita con nosotros en la noche y en el día… en la consciencia y en los sueños… Dios, Jesús, nos lo explica: “” Ánimo, soy yo…no tengáis miedo !!! “”. Muchas veces, nos invade la duda. Nos falta la certidumbre en la Realidad de la Vida… creemos que la existencia De Dios es devaluada, que no merece la pena agarrarse a una “ cuestión indemostrable “. Nos valen otras certezas humanas y nuestra fe en Cristo se debilita, nos distanciamos de la Transcendencia… Nuestra vida se vuelve sin sustancia, sin intereses verdaderos, sin preocuparnos por el Otro ni por los otros. La Humanidad entera, y la Creación, va toda en la misma barca. Dios lo quiere así. Cada cual ha de ocupar su lugar…ha de saber preocuparse, en todo momento, del Creador, de los demás y de sí mismo. Siempre hay tiempo para todo esto. Es cuestión de “ organizarse “… la medida es el empeño que se ponga en conseguir aunar los esfuerzos de cada cual que no son nada si no van precedidos de la Gracia De Dios. La voluntad propia poco cuenta… ni es lo importante y muchas veces es necesario renunciar a ella. Es necesaria la petición del don de la Humildad para reconocer, a través de una libre obediencia, que el Dios que es mucho más allá de las existencias visibles e invisibles, es el verdadero artífice de todo lo que se mueve… y su gran motor es el Amor que nos tiene a cada uno de nosotros. “” ¡ VEN HACIA MI Y CONFÍA ! “. Dios, Jesús, nos ama, desea ser morada en nosotros. Necesita ser amado incondicionalmente.

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