¿Qué buscáis?

Gran signe d’interrogaciÒ | Antoni Tàpies | 2010

«Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: “¿Qué buscáis?”» Esta pregunta es la definición misma del ser humano: un ser que busca, que lleva una interrogación en su corazón. Es a través de las preguntas que nos habitan que hacemos el camino de la fe.

Lo primero que Jesús pide a los primeros discípulos no es obediencia o adhesión, la observancia de reglas o nuevas fórmulas de oración. Lo que les pide es un viaje al corazón, adentrarse en el centro de sí mismos, encontrar el deseo que habita la profundidad de la vida: «¿Qué buscáis?» Jesús no es un proveedor de respuestas, sino aquel que nos anima a no temer las preguntas y a mantenerlas vivas, aunque duelan, y, además, nos invita a hacer el camino a través de esas mismas preguntas: «Venid y lo veréis».

Jesús da a entender que nos falta alguna cosa, una ausencia que nos quema por dentro. ¿Qué nos falta? Algo falta, algo de decisivo, que casi siempre ni siquiera somos capaces de verbalizar. No fuera ese vacío y difícilmente nos abriríamos a otras dimensiones de la vida. La ausencia se transforma en nuestra energía vital. La ausencia en nuestras vidas debe ser guardada como un lugar sagrado, donde nuestro oído se despierta para la voz de Dios.

Todo a nuestro alrededor nos grita: que te satisfagas, que nada de falte, lo más importante es tu bienestar. Sabemos que la multiplicación de las necesidades y la búsqueda ansiosa de su satisfacción acallan nuestro deseo esencial. Lo acallan pero no lo extinguen. Y como las olas del mar, la voz del salmista vuelve repetidamente, haciendo eco de la sed que nos habita: «Mi alma está sedienta de ti, mi carne tiene ansia de ti como tierra reseca, agostada, sin agua». En el mismo sentido, Jesús proclama felices los pobres, los hambrientos, los insatisfechos… Sin apertura para el don no hay experiencia de la gracia. Paradójicamente, el hambre y la sed son las mejores compañeras de camino.

«Rabí, ¿dónde vives?» (…) «Venid y lo veréis». (…) «Vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día», aunque el texto omita la geografía de ese lugar. Esta omisión nos remite para una experiencia universal, abierta a todo aquel que acepta la invitación «Venid y lo veréis»: Jesús vive en el corazón humano. «Que Cristo, por la fe, habite en vuestros corazones» – dice Pablo a los Efesios. O, en la lectura de hoy, a los Corintios: «¿no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?»

«Venid y lo veréis» – es una invitación a una historia de amistad. La fe es una experiencia de relación, de confianza en el otro. “Quedarse con”, “permanecer”, “caminar al lado de” son sinónimos de la palabra amistad. Tanto la fe como la amistad no se alimentan de hechos extraordinarios: tienen sabor a vida cotidiana, a espacios domésticos, a pan repartido, a horas vulgares, a intimidad, a risa y a lágrimas.

«¿Qué buscáis?» En definitiva, buscamos encuentro, intimidad, relación, buscamos amor. Pero el amor es un camino de pobreza que pide que habitemos el templo sagrado de la ausencia o de las preguntas que llevamos dentro. En ese templo está escondido el tesoro más precioso, envuelto en un profundo silencio. «Permaneced unidos a mí, como yo lo estoy a vosotros. Ningún sarmiento puede producir fruto por sí mismo, sin estar unido a la vid» – dice Jesús. La savia de la vid va circulando en los sarmientos, sin que se vea, sin que se oiga, en medio de un profundo silencio. No temamos las preguntas y abrámonos al desconocido de un camino que está siempre por estrenar, donde nuestra sed y hambre son ya la garantía de que vamos acompañados.

10 comentarios en “¿Qué buscáis?

  1. Ignacio dijo:

    La meditación es el camino donde construimos esa amistad cotidiana con Jesús. En el silencio compartimos con él, nos tomamos un café y escuchamos su palabra… Gracias por enviar siempre estas reflexiones tan importantes. Un saludo desde Venezuela

  2. Estela Ribeiro Lamas dijo:

    A vossa mensagem é profunda e riquíssima! A interpelação de Jesus, por vós, convocada, induziu-me a procurar o silêncio, a deixar que Deus tocasse o mais íntimo do meu ser. Escutei-O ! Segui a via que me abriu … fiz uma viagem ao longo da minha vida, recuperando desde a minha infância à idade sénior em que me encontro, vivências ricas que me ajudaram a valorizar o que vai acontecendo, mesmo que negativo e doloroso … são obstáculos que, abrindo-nos a Deus, conseguimos vencer, tornamo-nos mais fortes e resistentes, entendemos melhor como nos relacionar com o próximo.
    Mais uma vez, vos agradeço a partilha de hoje!

  3. Gubi dijo:

    …»La savia de la vid va circulando en los sarmientos, sin que se vea, sin que se oiga, en medio de un profundo silencio.»…(maravilloso como lo ha expresado !!)
    En mi caso, sin pretensiones busco el encuentro con dicha savia para así, ofrendar a los demás los frutos maduros de una vida plena de Amor.

  4. Luis Martínez Sánchez dijo:

    ¿Dónde estoy? ¿Qué camino seguir?… Hoy no entiendo la Vida sin un plan y un proceso de vida interior. Jesús, mi Dios Vivo, me anima a continuar… a pesar de todas las dificultades…personales y externas. El mundo cada vez lo hemos hecho menos amigable, más tosco, más uniforme donde la diferencia la marca el ser más poderoso. El amor mundano es lo que prima y se disfraza de muchas maneras… Ahora, como dicen algunas personas, en la Era Postcristiana los acontecimientos y los acentos importantes se marcan lejos del AMOR.
    Por eso vuelvo mi mirada al interior de mi ser e intento entenderme a La Luz de La Buena Nueva de Jesús. Intento hacer conocimientos con otras personas y así interiorizarnos mutuamente. Intento , con ocasión, romper fronteras de todo tipo animado por La Fe, La Esperanza …y vuelvo al Amor.
    No se puede negar la realidad que nos toca vivir…pero existe una Realidad Mayor que es la venida del Reino De Dios a La Tierra.
    La religión, las normas, no pueden atenazar al Corazón humano. Una religión en la que prime lo divino sin tener en cuenta lo humano se aleja de ese Dios Amor. El ser humano se acerca a Dios de muchas maneras, por muchos Caminos tan válidos como otros. Por eso Dios es de todos sin excepción y está habitando a cada ser que a su vez se encuentra en el SER.

  5. Mari Paz López Santos dijo:

    ¿Busco? ¿Te busco? para conocerte tengo que atreverme a ir a donde vives. NO vale decir «me gusta», como en Facebook; no vale decir: ¡qué personaje más interesante!.
    Dices: «Venid y veréis», es decir, convocas a adentrarse en Tu Vida, a hacer experiencia interna personal y comunitaria.

  6. vicenta rúa lage dijo:

    Perfecto. Asi lo veo yo también y me encanta «como lo dices». El modo no es superficial, tiene su importancia.
    Necesito recordar que: «La multiplicación de las necesidades y la búsqueda ansiosa de su satisfacción acallan nuestro deseo esencial», aunque no lo anulen. En realidad, necesito tener muy presente todo esto. ¡Cuanta, cuanta belleza! Un derroche.
    Muchas gracias.

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