Vigilia de Pentecostés | Monasterio de Sobrado | Sábado, 19 de mayo, 19.30h
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre,
don, en tus dones espléndido,
luz que penetra las almas,
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
(Secuencia de Pentecostés)
Es un himno maravilloso, precioso.
El Señor nos dará el Espíritu Santo:Ya no temais abrid el corazón,derramará todo su amor.
Ese soplo de Dios es, como el aire de la naturaleza,el medio en el que vivimos en diálogo de amistad con Dios y con los hombres. Abramos nuestras ventanas para que invada nuestras vidas.
Gracias por esa maravillosa oración ,me hace regflexionar sobre el amor de Dios al ser humano
Esa preciosa secuencia llena de alegria y de esperanza. Nos hace comprender que tenemos que hacer caso a las mociones que el Espíritu Santo nos hace si estamos atentos a su divina ayuda.
Gracias por todo lo que mandan.
Un saludo desde Almeria
Maravilloso
es una oracion …mas que un poema…aunque tiene una dulzura especial…y entra hasta dentro del alma…
claro que es inspiracon divina….
Si algun dia oi quien es su autor/a….no lo recuerdo…
si lo sabe alguien…que nos acerque
porque….todo lo del Señor…esta por llegar…..
mayfer.
Hermosa oración al Espíritu Divino, con frecuencia la oramos en casa, donde diariamente, antes del desayuno leemos las lecturas, el salmo y la vida de cada Santo que se celebra ese día. Ven dulce huésped del Alma, Divina Luz y enriquecemos. Brisa en las horas de fuego
Muchas gracias, Gabriel, por lo que compartes con nosotros.