¡Cristo ha resucitado! Esta es la gran noticia, el motivo de nuestra reunión, de nuestra celebración festiva. Él, el Señor vencedor de la muerte, está con nosotros como amigo y como hermano. ¡Verdaderamente ha resucitado el Señor!
En esta Santa Noche los símbolos rezuman elocuencia, explican la Palabra: La comunidad cristiana reunida entorno a una hoguera haciendo que la luz entre en la noche, ahuyentando las tinieblas y la oscuridad, lugares tradicionales del pecado y de la maldad. Largas lecturas de textos aparentemente dispersos del Antiguo Testamento, recuerdan toda la historia de un pueblo buscador de Dios. Desde los inicios de la creación el hombre, ese ser, misterio profundo, insondable, magnífico y, a la vez débil, indefenso, es el protagonista de una historia de amor que empezó antes de los siglos y permanecerá para siempre. Oraciones, pregón, salmos, cantos, agua, flores, incienso… lecturas del AT y NT, aleluyas; renovación de las promesas bautismales…
La muerte ocupa un lugar preponderante en la historia de la humanidad y en la historia de los hombres. Signos de muerte, de destrucción, de dolor, de violencia, de mentira, de manipulación, de odio, de opresión, de injusticia… es algo que palpamos cada día, algo que, incluso lo descubrimos en nuestro interior, agazapado y esperando el momento oportuno para lanzarse con agresividad sobre la inocente víctima que se pone en nuestro camino. ¿Es posible que no haya otro camino, otro modo de ser y de estar en la vida? ¿Todo tiene que estar marcado definitivamente con el signo de la muerte, del sin sentido de una vida, que, incluso se destruye con el deseo de una prolongación absurda?
Pero el Señor ya no está en el sepulcro. El sepulcro ya no es lugar de referencia, allí no hay nada. Este es el mensaje central de la Pascua. Nos cuesta creer que la muerte ha sido vencida, el abismo derrotado, que la noche ha dado ya paso al día nuevo, que el sepulcro está vacío, que El Señor ha resucitado. Hoy la vida fluye y se derrama sin límites. Los que nos sentimos seguidores de Jesús de Nazaret, reunidos aquí en esta Noche Santa, optamos por la vida en todas sus formas; la vida que sólo puede venir de Dios. Y la gran manifestación de la Vida es la Resurrección de Jesús que estamos celebrando.
Pascua es comenzar a vivir ese modo nuevo, desde la experiencia gratuita, interior, hecha vida de la vida, de que nuestra tarea es promover la vida frente a la muerte, es favorecer la vida, dar signos de vida en este mundo nuestro en el que la muerte sigue teniendo el inmenso poder de acabar con la existencia de tantos hombres y mujeres. Contagiados por la Vida, queremos apostar por ella, aunque estemos rodeados de signos de muerte. Vida es solidaridad, vida es poner amor donde hay odio, vida es poner luz donde hay oscuridad, vida es dar consuelo a los desconsolados y tristes, vida es proclamar la verdad donde hay mentira, vida es flexibilizar rigideces que paralizan a las personas en dogmatismos, vida es respetar y defender lo débil e indefenso de la prepotencia y el despotismo.
La experiencia del Resucitado nos lleva a sembrar esperanza, alegría y paz en los rostros atormentados de muchos hermanos nuestros. La Pascua no es un mero recordatorio; gracias al Espíritu que resucitó a Jesús, es un regalo y también un compromiso y una opción que pone en movimiento lo mejor que hay en nosotros, para colaborar en la construcción del Reino de Dios en este mundo.
Que, en esta Noche Santa, la luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu para cantar, sin desfallecer, el grito jubiloso del ¡Aleluya!
Gracias
Gracias por toda la luz que nos aportáis durante todo el año.
Queridos todos de la comunidad de Sobrado. porque el Señor ha resucitado estamos alegres.
Feliz Pascua de Resurrección.
Bea
Es la liturgia más importante de todo el año. Fuego y agua son iondispensables para la vida humana. Nos interesa la vida transcendente. Tengo que hacer mía esa Vida,todos los días. La Vida de Dios que es amor
Gracias. Solo desde el interior que ahora se puede decir palabras así.
Feliz Pascua de resurrección del Señor