El Evangelio de hoy nos pone delante a Cristo y nos cuenta la impresión que produjo a sus contemporáneos. Jesús sin duda fue un personaje comprometido que no dejó a nadie indiferente. Para alabarlo o para condenarlo. La razón evidente de ello fue, sin duda, el convencimiento profundo de estar transmitiendo el Mensaje de Dios que había estado oculto desde siglos y siglos. Y también, cómo no, la relación profunda con su Padre Dios, cuya voluntad era su alimento y su cumplimiento la razón de su Encarnación. También, hay que tener en cuenta el conocimiento que tenía de su personalidad y misión, ante la cual nada temía ni anteponía.
Moisés había anunciado el puesto de Jesús en el pensamiento de Dios. Dice el Señor a Moisés: “Suscitaré en medio de sus hermanos un profeta como tú y pondré en su boca mis palabras y les dirá todo lo que le prescriba”. Será Jesús ese Profeta anunciado quien llevará a la perfección su cargo de portavoz. Naturalmente Jesús ha sido mucho más que eso. Jesús era el VERBO, es decir la Palabra Creadora del universo, antes de su encarnación. EL profeta antiguo no manejaba la palabra sino que era manejado por ella, que se hacía activa en él. Jesús ni maneja la Palabra ni es manejado por ella. Habla en nombre de Dios y lo hace con autoridad.
Qué hermosura hermanos leer esos Evangelios y encontrarnos allí la voluntad de Dios expresada en palabras como las nuestras. Esto es lo que llevará a Jesús, a denominarse Camino, Verdad y Vida. Su palabra, que era palabra de Dios era el camino verdadero para llegar a la Vida.
Pero al igual que el profeta anuncia al Verbo, éste, Jesús, nos pide a nosotros, a cada uno de nosotros que seamos sus portavoces.
En el Evangelio de hoy vemos a Jesús enseñado a la gente en la Sinagoga un sábado, con relación a la curación de un endemoniado. Jesús enseña en el lugar donde se imparte el conocimiento de la Ley Judaica. Y enseña actuando y no solo de palabra. Los que ven el milagro ven un poder extraordinario en alguien que no está revestido del poder institucional o religioso.
En el corto Evangelio, que comento, la Palabra autoridad, que nos puede sonar tan mal, es repetida dos veces. “se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad” y después de expulsar a los demonios la gente decía: “«¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.» Ahí está la clave del éxito de Jesús, la falta de miedo y el acompañar su palabra con hechos concretos. Su autoridad viene marcada pues por su misma personalidad, su modo de vivir, su manera de pensar, totalmente implicado con el pobre y el doliente. Autoridad que no se debe confundir con poder. La autoridad de este tipo de personas, tan escasas en nuestro tiempo, por desgracia, nada tiene que ver con ideologías, con poder político o social, sino que es fruto de un corazón lleno de misericordia, limpio y profundamente arraigado en el bienestar de toda la humanidad.
Jesús es un verdadero laico y su poder viene directamente del Padre; el no pertenece a la casta sacerdotal, cosa que la gente advierte y es por ello por lo que después de la mayoría de los milagros y acciones de Jesús la gente alaba a Dios de quien procede todo poder.“Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Y esa abundancia hace referencia a todos los niveles de sanación, físico, mental y psicológica, espiritual y social. Éste último claramente, el nivel social de sanación, en el milagro del leproso, pues su curación, suponía la reinserción del enfermo sanado en la sociedad de la que había vivido alejado. Queda claro para Marcos el sentido del milagro, que es que quede patente el papel misericordioso para con el ser humano amenazado, atenazado, paralizado por el mal.
Pero al igual que el Profeta anuncia al Verbo, éste, Jesús nos pide a cada uno de nosotros, que seamos sus profetas (bautismo). Esa abundancia llama a una mayor fraternidad que a nosotros nos tiene que hacer salir del gran mal que nos atenaza y es el individualismo rampante, el egoísmo; nos tiene que proporcionar una mayor capacidad de perdón; una mayor comprensión del diferente, del tipo que sea; un mayor diálogo constructivo con los que política, social y espiritualmente no son de los nuestros. En una palabra hacer la vida más humana, más fácil y generosa para con todos. Abundancia en un sentirse uno solidario con esas tres cuartas partes del mundo que vive en el umbral de la pobreza.
La pandemia que padecemos nos está dejando bien claro donde se encuentran todos esos sufridores y no solo en los países del tercer mundo sino en nuestra cárceles, nuestros hospitales, nuestros pueblos semi abandonados, todos esos pobres que sufren de todo: hambre, enfermedad, soledad, tristeza, desamparo, vergüenza, odio y deseo de venganza, incluso. ¡Qué trabajo tan importante nos va quedando en nuestro propio país, sin necesidad de irse lejos!
Nos queda como siempre que leemos y oímos la palabra de Dios, hacerla nuestra, recibir esa enseñanza y tratar de transformar nuestro corazón, nuestra mente y nuestra voluntad para testimoniar el amor que ayuda a afrontar todo dolor y angustia. Estemos seguros de que ninguna lágrima, ni de quien sufre ni de quien está a su lado, se pierde delante de Dios.
Gracias!!
Gracias
Así sea.
Si, el mejor testimonio de lo que decimos de palabra son las obras, son éstas las que con el tiempo nos dan o nos quitan la razón ; con Jesús, aunque todos los días hagamos lo mismo, incluso si todos los días leyéramos el mismo Evangelio, cada día aprenderíamos algo nuevo, la Palabra de Jesús crea constantemente, siempre es nueva .
El mundo está completamente dividido y ha caído en sus propias redes… que no nos pase a nosotros lo mismo.
Gracias por esos consejos que nos animan a seguir trabajando por el reino de Dios .
oremos para que los laicos suscitados, profetas, no sean silenciados y permanezcan humildes, fuertes, pacientes. Se les conceda saber esperar. Amén.
La bola de nieve cada vez se hace más grande, “ Jesús es un verdadero laico y su poder viene directamente del Padre“.Benditos seáis todos.
Muchimas gracias por este testimoniotTenemos que trasformar nuestro corazon .sin ningún miedo .!!
Gracias