
Instalación de Enrique Mirones
La inspirada e impactante instalación del cirio pascual, nos sugiere que, en una época como la nuestra, de disgregación general de las relaciones sociales y de amenazas de devastación de la vida en sus diferentes formas, el Crucificado guarda las señales de su paso doloroso entre nosotros, las marcas de la barbarie, de la indiferencia, de la crucifixión. Pero, ¡Jesús ha Resucitado!, y por eso lo anunciamos como el ser nuevo, vivo y presente entre nosotros. Se han realizado plenamente, para todos, las potencialidades de lo humano escondidas en él. La Pascua no quiere celebrar otra cosa que esta feliz realidad que nos concede sonreír y mirar el futuro sin miedo ni pesimismo.
La vida resucitada no es la mera vida que teme la muerte y se mantiene intacta frente a la devastación, sino la vida que la soporta y se conserva en ella. No hace la vista gorda frente a lo negativo. Más bien, mira lo negativo a la cara y se demora en ello. El amor, más fuerte que la muerte, viene a probar que la eternidad sí que puede existir en el tiempo mismo de la vida. La felicidad amorosa es la prueba de que el tiempo puede albergar la eternidad.
El verdadero paraíso, el cielo real hacia el cual todos estamos viajando, no se encuentra ni más allá de las estrellas ni debajo del mundo; yace en las cosas y escenas que miramos todos los días, y que esperan hasta que hayamos aprendido a mirarlas (G. K. Chesterton)
Dios puede hacer mucho más con tu rendición, que tú con tu control. Es bueno esperar en silencio la salvación de Dios (Lam. 3, 26) Los mejores de entre nosotros, son humildes, se ven a sí mismos como nada, por eso pueden ver otras cosas como ellas son. Todo pasa dentro de un corazón sin tinieblas. Hay claridad porque ninguna luz deslumbra, ni acuchilla. Dice una sabia mujer maya que cuando tienes que escoger entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien escoge el camino del corazón nunca se equivocará (Popol Vuh).
Los que han sido invadidos por una vida de más lejos que la ‘vida muerta’, son como la rosa que no tiene un porqué. Florece por florecer. No se preocupa de si la admiran o no. Ella florece por florecer (Angelus Silesius) Poseen el sentido de la belleza, el coraje para asumir riesgos, la disciplina para decir la verdad, la capacidad de sacrificio. Irónicamente, sus virtudes los hacen vulnerables; a menudo son heridos, a veces destruidos. Son al modo de la música, que no tiene dueño, pues los que van a ella no la poseen nunca. Han sido por ella primero poseídos, después iniciados. Aquellos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música (Friedrich Nietzsche)
En la oración del alma enamorada, San Juan de la Cruz describe la vida traspasada por la llamarada divina: Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos, y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios, y todas las cosas son mías, y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues, ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en migajas que se caen de la mesa de tu Padre. Sal fuera y gloríate en tu gloria; escóndete en ella y goza, y alcanzarás las peticiones de tu corazón.
En esta Noche Santa, la luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu. El cirio encendido en nuestro interior, consagrado a su nombre, arda sin apagarse. Y el Lucero que no conoce el ocaso brille sereno para el linaje humano, y goce el Universo inundado de tanta claridad, por los siglos de los siglos. ¡¡¡ALELUYA!!!


Gracias
Muchas gracias!!
Feliz Pascua de Resurrección para todos.
Muchas gracias por vuestros magníficos testos.
Me gusta mucho la instalación del cirio pascual.
Me inspira las palabras de Job , – Yo sé que vive mi Defensor, que se alzará el último sobre el polvo, que después que me dejen sin piel, ya sin carne, veré a Dios. Jb 19.,25-26.
Muchas gracias
Gracias !!!