Jesús recomienda a sus amigos que vayan con un bastón y nada más, pero sin pan ni alforja ni dinero, es decir, ir a pecho descubierto, confiando sólo en Dios y en la Buena Noticia del Reino. Les dice que en todo se pongan al nivel del otro: quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio; les da autoridad para que echen demonios y curen a los enfermos que haya, y naturalmente no se refiere sólo ni principalmente a las enfermedades físicas. Curar significa alejar de un ser humano todo aquello que le impide ser él mismo. Les encomienda predicar la conversión: lo único que un ser humano debe saber es que Dios le ama, que es alguien cercano, que es tan íntimo, que es lo más hondo de su propio ser, que no tiene que ir a buscarlo ni al templo, ni a las religiones, ni a las doctrinas, ni a los ritos, ni al cumplimiento de la norma.
Transmitir la Buena Noticia es comunicar a Jesús, el amor mismo del Padre, un amor gratuito e incondicional que nos humaniza y hace agradecidos. La gratitud es el sentimiento que te llega cuando caes en la cuenta de que no hay ninguna razón para no estar agradecido. No es la felicidad lo que nos hace agradecidos. Es la gratitud lo que nos hace felices (David Steindl-Rast)
Comunicamos el Evangelio cuando somos cristóforos, portadores del mismo Jesús, que, como escribe Bernardo de Claraval: sólo el Espíritu lo revela. En vano consultarás libros, busca más bien la experiencia. Es una Sabiduría cuyo valor desconoce el hombre. Surge de lo profundo. En toda la superficie de la tierra mortal no se encuentra tanta suavidad. Porque es la dulzura del mismo Señor. Si no la gustas, no la verás. ‘Gustad y ved qué suave es el Señor’. Es el maná escondido, el nombre nuevo que conoce sólo el que lo recibe. No lo enseña la erudición, sino la Unción, no lo comprende la ciencia, sino la conciencia.
Jesús que se acerca a cada uno de nosotros para sanar nuestras heridas y cargar con nuestras limitaciones, nos invita a recorrer con Él los lugares, empezando por uno mismo, donde la vida está más amenazada y a confiar en la fuerza secreta de la compasión y de la esperanza. Somos verdaderamente afortunados de poder escuchar las palabras de Jesús y guardarlas en el corazón. Palabras que penetran el alma como espada de doble filo, palabras que al ser pronunciadas crean una atmósfera serena, benévola y amistosa que aciertan a palpar la belleza del corazón acariciándolo afectuosamente.
Es necesario aprender a encontrar el camino hacia nuestro corazón, recuperar el valor de la intimidad y del silencio, porque es ahí que Dios nos encuentra y nos habla. Solamente a partir de ahí podemos nosotros encontrar a los demás y hablar con ellos (Francisco)
Cuando uno conoce con el corazón el prodigio que es el hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, cuando cae en la cuenta de que su vida es valiosa, que tiene sentido, que vale tanto la pena que el mismo Dios la ha hecho suya al encarnarse en Jesús para poder convertirla también en vida divina, entonces todo empieza a cambiar para nosotros y todo lo vemos con una nueva luz. Si nuestra vida da cuenta del valor, de la belleza y de la bondad, seremos para todos, sin condiciones ni excepciones, obsequio del amor de Dios que nos habita. No reconozco en ningún hombre otro signo de superioridad que la bondad. Allí donde la encuentro está mi hogar (L.V. Beethoven)
Santo Espíritu de Dios que mantienes viva para todos la presencia de Jesús, esa presencia que renueva todas las cosas, que hace revivir lo que ha muerto y crecer lo que germina: recrea nuestras libertades cuando éstas se desmoronan, sostén nuestra esperanza en el corazón mismo de las contrariedades, no dejes que desesperemos jamás de nosotros, danos la paz que nadie nos puede arrebatar y condúcenos a la verdad plena.
Gracias
Caminar por el sendero de la Vida…de dos en dos…solo con un bastón, con unas sandalias… y con una única túnica. No hace falta más. Seguir la senda que Él nos indica… Con la Esperanza del Espíritu que nunca nos abandona…abandonándonos en la Confianza y la Misericordia del Señor. Predicar…dar ejemplo cristiano en el quehacer cotidiano…sin pedir nada a cambio…Hacerse prójimo del caído, del desfavorecido, del encadenado, del vilipendiado, del enfermo… Todos necesitados de Amor… Todos necesitados de nuestra entrega sin medida. Sí !!! Sin calcular los riesgos personales propios, sin descanso, sin angustias… Buscar los oasis de reparación en La Oración con ese Dios que es pura Ternura…que no nos deja al desamparo. Y esta labor de estar a la cabecera del necesitado no es individualista, no puede ser para colgarse méritos. Somos, la Comunidad Cristiana, Pueblo De Dios… Todo nos hace a todos responsables de cada uno con sus problemas. No podemos mirar para otro lado, esperando a quien tenga ganas de arrimar el hombro. La carga ha de moverse con el esfuerzo de todos, al unísono. Nuestra Oración ha de ser de alabanza a ese Buen Pastor que nunca abandona ni a los sanos ni a los heridos. Es necesario, cada cual en su lugar, ser Buenos Pastores con “ la vara y el cayado que sosiegan “… con la mirada en lo que tenemos por delante…y levantar y acompañar con nuestra escucha a aquel que se encuentra caído. El Espíritu nos dona su Amor para que consigamos entre todos acercarnos a la Humanidad sanada, a través de la Salvación que nos ofrece Jesús. Qué Nuestro Padre aquí en la tierra no nos abandone jamás.
Gracias
Gracias