En esta tarde de sábado, con la oración de las vísperas, hemos empezado la celebración de nuestros santos fundadores, Roberto, Alberico y Esteban, que, a partir de 1098, fueron los tres primeros abades del Nuevo Monasterio, una nueva fundación monástica que dio origen al Orden de Císter. En el contexto de esta fiesta, nuestro abad general, Dom Bernardus Peeters, envía una carta a toda la Orden. Va dirigida a los monjes y monjas, pero creemos que es un texto interesante para todos los que se interesan por el carisma cisterciense y por tema de la oración. La compartimos con mucho gusto. ¡Buena lectura!
Hermanos y Hermanas,
A mediados del Adviento, la Casa Generalicia recibió el hermoso don de un icono de nuestros Santos Fundadores, escrito por Hna. Suzanne Mattiuzzo, de la comunidad de Redwoods (EE. UU.). El icono fue escrito sobre una tabla procedente de la ciudad ucraniana de Kharkov, una de las muchas ciudades de la tierra donde la guerra y la violencia han causado tanta devastación. Junto con nuestros Santos Fundadores, en medio de este mundo roto, vivimos nuestro carisma cisterciense.
En este icono, vemos a nuestros Santos Fundadores con San Alberico en el centro, dando un paso adelante. Se acerca a nosotros, los espectadores, como si quisiera compartir con nosotros el carisma que ha recibido. Cabe preguntarse qué hacemos con este don en nuestro tiempo.
¿Cuál es este don que nos han dado nuestros Santos Fundadores?