La comunidad cisterciense gallega de Santa María de Sobrado estrena su propia cerveza, un proyecto con vocación de permanencia como su estilo de vida.
A buen seguro que hoy, en el refectorio del monasterio coruñés de Santa María de Sobrado, caerá alguna que otra pinta a la hora del almuerzo. Les sobran los motivos. Por un lado, la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus, que pone en primer plano a las monjas y monjes de vida contemplativa. Por otro, esta comunidad estrena cerveza propia. Hace dos años decidieron aventurarse en retomar un legado ancestral cisterciense que ha pervivido hasta hoy en Holanda y Bélgica. “Un miembro de la asociación de Amigos del Monasterio conocía a un maestro cervecero y, a través de Estrella Galicia, se ha hecho realidad después de un proceso laborioso de investigación”, explica el prior Carlos Gutiérrez Cuartango. Nace así la primera cerveza de abadía gallega, elaborada con levadura silvestre de una cepa de la finca del monasterio, después de recoger más de medio centenar de muestras analizadas por el Laboratorio de Microbiología de la Facultad de Ciencias de Ourense de la Universidad de Vigo. El resultado es una receta estilo Belgian Dubbel sin filtrar, en ámbar oscuro, con aromas afrutados y un toque de caramelo. Sigue leyendo