Oramos como somos

Tal como es el hombre, así ora. Nos hacemos como somos, por el modo con que nos dirigimos a Dios. El hombre que nunca ora es aquel que ha tratado de huir de si mismo porque ha huído de Dios. Pero por muy irreal que sea ese hombre, será más real que el que ora a Dios con un corazón falaz y mentiroso.

Thomas Merton (Los hombres no son islas)