
Fotografía Rafael E. Monje de Sobrado
Los evangelios y los relatos de la Resurrección son catequesis que se han escrito para que creamos que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengamos vida en su Nombre, tal como nos decía el evangelio del pasado domingo. En este domingo Jesús Resucitado nos dice: ¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón?
Para el cuarto evangelio, el tema de creer aparece siempre unido a nacer de nuevo. Paradójicamente, no se trata de ver para poder creer, sino justo al revés: sólo cuando se cree, se ve. Creer significa confiar, como el niño que en su indefensión e ignorancia, vive totalmente entregado y confiado a los cuidados de sus padres, dependiendo absolutamente de ellos. ¿Qué significa creer o confiar? Entregarse y rendirse totalmente en las manos del Padre. Así resplandece una confianza inédita, porque se descubre que desde la perspectiva de Dios, todo está bien. Cuando el vagabundeo de creencias y deseos se acalla, se produce un nuevo nacimiento. Emerge la Paz y adviene entonces un estado de Presencia, de Confianza y de Comprensión en el que se empieza a ver. Seguir leyendo