Fulgor de la Aurora, penetrada de la luz divina

Monasterio de Sobrado

Elegida para ser la Madre del único Salvador, María está colmada de la gracia que su Hijo ofrece a todos los hombres. Esta gracia la preserva, desde su concepción, de ser privada de la gracia divina, como lo es toda persona solidaria con Adán y con su pecado. María es, según la expresión de S. Ireneo, la nueva Eva. El creador ha dado a Eva la vida para que la transmitiese y se convirtiera en la madre de todos los hijos de los hombres. Y el Salvador ha dado a María la gracia que la ha hecho ser concebida sin pecado ni mancha para que se convirtiera en la madre de todos los hijos de Dios. Inmaculada es ser “Fulgor de la Aurora, penetrada de la luz divina”. La liturgia de la Iglesias de Oriente celebraba este misterio ya en el siglo VIII. Pío IX promulgó en 1854 la definición dogmática del misterio que celebramos.

La antífona de entrada de la Misa, cita a Isaías 61,10: “En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se regocijará en mi Dios; porque Él me ha vestido de ropas de salvación, me ha envuelto en manto de justicia como el novio se engalana con una corona, como la novia se adorna con sus joyas.” Este versículo nos recuerda el cántico de alabanza de María en Ain Karim, cuando contesta a la salutación de su prima Isabel. María es ya consciente de la obra del Poderoso en ella: Felicitada por todas las generaciones.

Independientemente del papel que la fe tiene en esta solemnidad, y que siempre desde la fe no se puede negar, el hecho de que una mujer esté tan directamente implicada en la salvación del género humano debería ser aceptado por la pura inteligencia, como algo extraordinario en aquel momento, en que la mujer no tenía importancia alguna y era simplemente una generadora de hijos. Lo que Dios inicia lo rematará su Hijo llevándola viva al cielo y sentándola a su lado. Ya Jesús fue un apreciador de la mujer siglos antes de lo que hoy acontece con toda ley.

María, la nueva Eva, cumple la promesa del Génesis, que pisa la cabeza de la serpiente y Jesús, el hijo de la mujer, será el vencedor del mal y de la muerte. Madre del Salvador, María se convierte por Él en la Madre de todos los vivos.

Cualquiera que sea el valor personal de cada uno, la salvación del ser humano es un don que Dios quiere darle desde siempre. La primera en beneficiarse de este don gratuito es la madre de Jesús.

El relato del Génesis es una representación de la lucha diaria de nuestros corazones entre el bien y el mal, entre la vida que no cesa de querer crecer en plenitud y la muerte que nos llama a la nada, entre la serpiente que ha hecho en nosotros un nido del que no quiere ser desalojada y el Espíritu de Dios que quiere cubrirnos con su sombra y hacer nacer en nosotros la verdadera vida.  En cada uno de nosotros hay un Adán, que se deja llevar tontamente a la transgresión y que, avergonzado, dice: «Me escondí porque estaba desnudo». También hay una Eva en cada uno de nosotros que, por supuesto, fue engañada e incluso llevó a Adán por el mal camino, pero que mantendrá viva la enemistad entre ella y la serpiente al aplastarle la cabeza. 

La victoria de la virgen al pisar la cabeza de la serpiente es también nuestra victoria, pues hijos de la nueva mujer, nosotros también tenemos la fuerza suficiente para ir venciendo a esa fuerza, pues la intercesión de la madre por sus hijos que a ella acuden es muy fuerte y ha hecho desaparecer el poder total del enemigo del hombre. De hecho, oíamos en la segunda lectura que “Dios nos eligió en Cristo para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor y nos destinó de antemano a ser adoptados como hijos suyos, por medio de Jesucristo, para que la gracia que derramó sobre nosotros se convierta en himno de alabanza a su gloria”. María decía: “se alegra mi espíritu en Dios mi salvador y me llamarán bienaventurada todas las generaciones…”, y nosotros  hemos sido llamados a convertirnos en un himno de alabanza a su gloria. Cada uno sabe cómo y por qué caminos discurre su vida, pero siempre es bueno encontrarse con María. Ella es Madre de Dios y también nuestra. Podemos acudir a ella con confianza. No necesitamos defendernos ni dar explicaciones. Ella es nuestra Madre. Conoce nuestro corazón cansado y, tal vez, nuestra vida rota o desquiciada. Conoce nuestros errores y nuestra mediocridad. En María, llena de la gracia de Dios, siempre encontraremos el amor y el perdón del mismo Dios, siendo su madre y madre nuestra. Siendo la Madre de Dios une al hombre-Dios con la humanidad y, por esa sencilla razón, es MADRE NUESTRA

En la fiesta de la Inmaculada, más que hablar de María, sentimos el deseo de acercarnos a ella, para que nos introduzca en el misterio de su silencio, su inocencia y su gozo. Nos introduzca en el misterio de la humanidad, pues ella dio a luz al hijo mismo de Dios, hombre perfecto y educado por ella como tal. Nos haga fieles a la voluntad de Dios, sencillos, fervientes en la oración, y sintamos todos juntos la filiación suya y de nuestro Dios, en una hermandad firme y respetuosa.

8 comentarios en “Fulgor de la Aurora, penetrada de la luz divina

  1. Pedro Garciarias dijo:

    ¡que hermoso comentario, como siempre acertado y tan realista que no paro de dar gracias a Dios al recibirlo!, que paséis un feliz día de fiesta con esta MADRE.

  2. comunidade grão de mostarda dijo:

    «Elegida para ser la Madre del único Salvador.(…). Pío IX promulgó en 1854 la definición dogmática del misterio que celebramos(…) María es ya consciente de la obra del Poderoso en ella: Felicitada por todas las generaciones(…) María, la nueva Eva, cumple la promesa del Génesis(…)»
    Jesus propôs-nos uma Boa Notícia; jamis disse a alguém que era ele que «curava», mas sim a fé (confiança) de cada uma e cada um de nós que nos «salva», que nos liberta… Jesus, o da Galileia, procurado por gente machucada pelos poderes (veja-se a parábola do Samaritano) como é possível compaginar a sua vida com o «mistério» de um dogma? E que relação tem a sua mãe (aquela que, juntamente com os irmãos, o considerou «fora de si», porque anunciada um novo modo de Vida) com o Génesis e as gerações humanas? Enquanto assim permanecermos, jamais a boa notícia do Reino, aqui e agora, terá lugar nos corações.

  3. Beatriz dijo:

    Muchas gracias !! Para meditar..
    Llena el corazón la certeza de que María es Madre nuestra. Acudamos siempre a Ella para lograr una Paz que el mundo nos quita o intenta quitarnos. Con Ella es fácil llevar la Cruz en silencio. Se trata sólo de estarse con Ella y ya esta.

  4. Bea dijo:

    Una reflexión de Maria muy interesante, grandiosa pero sencilla a la vez. Muy cercana y con unas cualidades que apetece mucho seguirla y encomendarse a ella. Muchísimas gracias.

  5. Concha dijo:

    En este mismo momento mirando mí correo llegué hasta éste, del día de la Inmaculada Concepción, que misterio tan grande qué llevando el nombre de Concepción, no lo haya descubierto hasta este mismo instante…Bendito sea Dios que me ha concedido la gracia de descubrirlo , pues hoy mismo estaba pasando por unos días de desencanto espiritual,,y bien lo sabe Ella, que había recurrido desde lo más profundo de mí corazón,pidiéndole me ayudará a salir de tal situación..Gracias,,,gracias y mil veces gracias por todo el bien que me hacen sus reflexiones….🙏🙏🙏🙏

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